Transfusión de fluidos sanguíneos en caninos y felinos

En el campo de la medicina veterinaria, hay numerosas situaciones en las que se requiere realizar una transfusión de sangre. La valoración de sus beneficios terapéuticos significativos ha impulsado un aumento considerable en la necesidad de transfusiones sanguíneas y sus subproductos. No obstante, es fundamental comprender su correcta administración, ya que no carecen de riesgos, por ello vamos hablar sobre fluidos sanguíneos en caninos y felinos.

Cosas que es crucial comprender:

Existen cuatro motivos fundamentales para realizar una transfusión sanguínea:

  • Reducción en la cantidad de sangre circulante
  • Incremento en el suministro de oxígeno
  • Incremento en la concentración de proteínas
  • Incremento de la coagulación sanguínea

Estos escenarios se presentan en casos como pérdidas de sangre, bajos niveles de glóbulos rojos, trastornos de la coagulación, envenenamientos, enfermedades hepáticas, quemaduras, entre otros.

A partir de una única donación de sangre completa, hemos avanzado hacia la producción de distintos componentes sanguíneos, como los concentrados de glóbulos rojos y varios tipos de plasma. Esto nos ha permitido lograr:

  • Mejoras en la seguridad transfusional para el receptor, al administrar tratamientos específicos que reducen la carga circulatoria y el riesgo de efectos adversos.
  • Avances en las prácticas de transfusión.
  • Aumento de la supervivencia de cada componente sanguíneo.
  • Una obtención más efectiva y eficiente de los productos provenientes de los donantes.
  • Beneficios económicos en relación con los servicios y cuidados proporcionados por los profesionales veterinarios a los pacientes.

En la actualidad, se cuentan con establecimientos especializados en la conservación temporal de sangre y sus componentes, donde se puede requerir el envío de paquetes mediante servicios de mensajería cuando se necesiten. Este recurso garantiza una fuente fiable de sangre que ha sido sometida previamente a pruebas, lo que facilita considerablemente las transfusiones en centros médicos para animales.

Los tipos de sangre

Los tipos de sangre se determinan por los distintos marcadores de la superficie de los glóbulos rojos.

En la especie canina, hay ocho tipos de sangre y se han identificado al menos 25 factores antigénicos en los glóbulos rojos que aún no se han estandarizado. Algunos de estos factores son anómalos y no tienen relevancia en la práctica médica. Los distintos tipos de sangre se clasifican según el sistema DEA (antígeno eritrocitario canino). Entre todos los grupos, el más poderoso en términos de actividad antigénica y, por lo tanto, con mayor riesgo de provocar reacciones adversas, es el grupo DEA-1.1.

Para llevar a cabo una transfusión de fluidos sanguíneos en caninos y felinos, es necesario identificar el tipo de sangre del donante y del receptor, así como realizar un examen de compatibilidad. El grupo sanguíneo D.E.A.1 es el único que puede ser identificado mediante un kit comercial, debido a su capacidad de provocar hemólisis aguda, incluso durante la primera transfusión.

fluidos sanguíneos en caninos y felinos

En la familia de los felinos, se identifica un sistema de grupos sanguíneos designados como AB, comprendiendo los tipos A, B y AB. El grupo A prevalece sobre el B, lo que implica que únicamente los gatos homocigotos para B manifiestan este grupo en particular. La incidencia de los grupos sanguíneos en los felinos varía ampliamente en función de la raza y la ubicación geográfica, siendo el grupo A el más común, mientras que el AB es excepcionalmente infrecuente.

A diferencia de los caninos, los gatos poseen de manera natural anticuerpos que reaccionan contra otros grupos sanguíneos. Por consiguiente, es fundamental verificar la compatibilidad desde la primera transfusión para evitar posibles reacciones adversas graves, por ello es muy importante el conocimiento sobre fluidos sanguíneos en caninos y felinos.

Atributos del donante perfecto

  • Los canes aptos para la donación deben tener entre 1 y 8 años de edad y pesar al menos 18-20 kilos. Pueden ser machos o hembras, independientemente de si han tenido crías o no.
  • Además, deben presentar un hematocrito no inferior al 40% (con una hemoglobina de al menos 13,5 mg/dL).
  • El volumen máximo de sangre que se les puede extraer será de 22 ml por cada kilogramo de peso corporal.
  • Deben dar negativo en pruebas de parasitosis hemáticas, y han de haber sido desparasitados y vacunados, no pudiendo donar hasta 10-15 días después de tales tratamientos.
  • Los donantes pueden haber comido en un margen de tiempo de entre 4 y 8 horas antes de la donación.
  • Las razas de galgos son especialmente idóneas como donantes de eritrocitos debido a su alto nivel de hematocrito. No obstante, se debe evitar el uso de los Akita Inu para donación debido a su elevado contenido de potasio intraeritrocitario.

En cuanto al felino, se sugiere:

  • Un gato en buen estado de salud y completamente inmunizado, que preferiblemente no tenga acceso a la calle.
  • Menor de 8 años.
  • Con un peso corporal superior a 4.5 Kg.
  • Se requiere que el nivel de hematocrito sea superior al 30%.
  • No debe tener presencia de FeLV/FIV/Mycoplasma haemofelis.
  • Además, es necesario que su grupo sanguíneo sea compatible con el receptor y se hayan llevado a cabo pruebas de compatibilidad.
  • Asimismo, debe tener un temperamento apropiado para evitar el estrés durante la visita al veterinario y estar en ayunas para la sedación.

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