Sobrepeso en nuestras mascotas

El sobrepeso en mascotas, vista por muchos como un asunto relacionado con la apariencia física, constituye en realidad una enfermedad, siendo la afección nutricional más común tanto en individuos como en mascotas de sociedades desarrolladas.

Una mascota se clasifica como obeso si su masa corporal supera en un 15% el peso ideal. Esto afecta a aproximadamente entre el 25% y 51% de los canes y entre el 11% y 20% de los mininos. ¿Asombrados? Hay más datos interesantes: se observa una predisposición significativa a la obesidad en ciertas razas, como el Labrador, Cocker Spaniel, Teckel, el Basset Hound y Beagle.

Nos encontramos frente a una enfermedad que impacta de manera más significativa en las hembras que en los machos. Además, resulta curioso observar que la obesidad en nuestras mascotas está vinculada a la obesidad del dueño en casi el 50% de los casos.

La raíz del dilema se puede simplificar de manera sencilla: "el ingreso de energía en el cuerpo del animal es mayor que la cantidad gastada". Sin embargo, surge la interrogante de quién contribuye a este exceso de energía y quién es responsable de la falta de actividad, como paseos o juegos, que resultaría en un gasto adecuado.

Siete elementos que aumentan la susceptibilidad

Edad de la mascota como de su dueño

Con el paso del tiempo, las mascotas experimentan una disminución en su nivel de actividad y, como resultado, su gasto energético se reduce. Sin embargo, el impacto de la edad no se limita solo al animal; de manera similar, los dueños también experimentan cambios en su estilo de vida a medida que envejecen, optando por un aumento en el sedentarismo y actividades más
relajadas. Estos cambios se reflejan en las actividades compartidas con sus mascotas, como prefiriendo paseos en lugar de excursiones o disfrutando de una serie en el mueble en lugar de participar en juegos activos. Ajustar tanto la cantidad como la calidad de la dieta según los requerimientos energéticos individuales es esencial para prevenir el sobrepeso y la obesidad tanto en las mascotas como en sus dueños.

Áreas confinadas

Los gatos y perros que residen en ambientes cerrados experimentan limitaciones en su espacio de movimiento. Se sugiere sacar a pasear al perro al aire libre y, si es posible, llevarlo a áreas donde pueda correr al aire libre, como parques o durante excursiones. En el caso de los gatos, es esencial fomentar la participación en juegos para estimular su movilidad y plantear desafíos que les ayuden a obtener su comida, activando así su instinto cazador.

Cirugía de esterilización

Los gatos y perros que han sido sometidos a esterilización tienen el doble de probabilidades de desarrollar obesidad debido a alteraciones en su metabolismo.

La variedad genética

Ciertas razas muestran una mayor propensión genética a experimentar obesidad, ya que la raza influye en la distribución de masa magra.

Inactividad

Menor ejercicio implica un menor consumo de energía. Si un animal tiene una actividad física muy limitada a lo largo de su vida, es probable que desarrolle obesidad a medida que envejece.

Alimentación inapropiada

La provisión de dietas con alto contenido de grasa o la oferta de alimentos caseros inapropiados pueden provocar el aumento de peso en el animal. Es crucial proporcionar dietas adecuadas, especialmente para animales propensos al sobrepeso, con el fin de mantener un peso ideal y facilitar la pérdida de peso.

Enfermedades concurrentes

Las dificultades en las articulaciones, como la osteoartritis en caninos, a menudo se asocian con el desarrollo del exceso de peso y la condición de obesidad. Además, algunas enfermedades metabólicas, como la disfunción tiroidea, también pueden contribuir como impulsores de la obesidad en perros y felinos.

Si estas convencido del sobrepeso en mascotas y comprendes las implicaciones que esto tiene para su salud, hemos avanzado significativamente en la identificación del problema.

El veterinario será responsable de establecer las pautas necesarias para abordar la situación y determinar si hay enfermedades asociadas a la obesidad que no estén relacionadas con la alimentación. Es crucial seguir al pie de la letra la prescripción del veterinario. El animal debe consumir un alimento diseñado para proporcionar los nutrientes y la energía adecuados en esta situación.

En el mercado existen opciones de alimentos dietéticos que cumplen con estos requisitos, los cuales se administrarán en varias tomas diarias para reducir la ansiedad y facilitar un proceso de pérdida de peso adecuado. Además, se establecerá un plan diario de paseos y ejercicios.

Si logramos alcanzar todos los objetivos mencionados, conseguiremos que la condición general del animal mejore y que pierda peso de manera progresiva cada día.

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