Gatos, toxoplasmosis
La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa transmitida por un parásito llamado Toxoplasma gondii, que puede afectar a diversas especies, incluyendo los seres humanos. Esta enfermedad puede presentarse de diferentes maneras dependiendo del estado inmunológico de la persona. En individuos con sistema inmunológico sano, generalmente causa síntomas leves similares a los de la gripe o puede no manifestarse clínicamente.

Sin embargo, en personas con sistemas inmunológicos debilitados, como aquellos con VIH/SIDA o bajo tratamiento de quimioterapia, puede provocar formas graves y potencialmente mortales que afectan los pulmones, el corazón y el sistema nervioso.
En el caso de mujeres embarazadas que no han sido previamente expuestas al parásito (seronegativas), la infección puede tener consecuencias graves para el feto, como abortos, malformaciones congénitas significativas, muertes neonatales, y secuelas neurológicas. La gravedad de la infección durante el embarazo varía según la etapa de gestación en la que se adquiera, siendo mayor el riesgo en los primeros meses.
Por otro lado, si una mujer en estado de gestación ha sido contagiada previamente (y por lo tanto tiene anticuerpos contra el parásito), no transmitirá la infección al feto debido a su inmunidad adquirida.
¿Cómo se pueden infectar las personas de toxoplasmosis?
Las personas pueden infectarse de toxoplasmosis al consumir carne cruda o poco cocida, manipular carne cruda sin protección como por ejemplo usar guantes, consumir verduras frescas no lavadas correctamente, beber agua contaminada o al ingerir residuos de heces de gatos infectados en la fase inicial de la enfermedad.
También es posible la transmisión durante actividades de jardinería o en áreas de juego si se entra en contacto con arena contaminada y posteriormente se llevan las manos sin lavar a la boca.
Medida para prevenir el contagio
Para prevenir la infección, se recomienda cocinar la carne a altas temperaturas durante al menos 10 minutos y, en el caso de carnes poco cocidas, congelarlas a temperaturas inferiores a -20 °C durante dos días antes de consumirlas.
Además, es importante lavar correctamente las verduras antes de su consumo, beber agua potable o filtrada/hervida si su procedencia es desconocida, usar guantes al realizar tareas de jardinería o manejar carne cruda, y limpiar todos los días el arenero de los gatos desechando las heces y desinfectar con agua hirviendo los instrumentos utilizados para dicho proceso.
¿Qué ocurre con el gato infectado?
En cuanto a los gatos, la toxoplasmosis es una enfermedad poco común en ellos. Si bien los gatos pueden actuar como hospedadores definitivos del parásito, la mayoría de los mininos portadores no presentan señales clínicas de la enfermedad al tener la infección. Sin embargo, en gatos inmunodeprimidos y mininos, la enfermedad puede manifestarse de manera grave, afectando órganos como los pulmones, el hígado, el páncreas, el corazón y el sistema nervioso. En gatos inmunocompetentes, ocasionalmente puede causar fiebre, enfermedad ocular y miositis.
Según los especialistas es importante destacar que los datos científicos demuestran que es altamente improbable que los gatos transmitan la toxoplasmosis a las personas, incluyendo a mujeres embarazadas y personas con VIH/SIDA, siempre y cuando se sigan medidas básicas de higiene. El contagio no se genera por tocar o acariciar al gato.
Por lo tanto, no es justificado abandonar o rechazar a los gatos en caso de embarazo, a pesar de que algunos médicos puedan aconsejar lo contrario.
¿Cómo obtienen la infección los gatos?
Los gatos pueden infectarse de toxoplasmosis al ingerir carne o tejidos con quistes del parásito, provenientes de carnes poco cocidas o presas cazadas en su entorno. También pueden infectarse al beber aguas no reguladas, como agua de río, que estén corrompidas con ooquistes esporulados. En el proceso de la gestación, los gatos pueden transmitir la infección a través de la dispersión transplacentaria en mamás seronegativas, y también durante la lactancia o en transfusiones de sangre de un gato con infección activa.
Por lo tanto, se aconseja alimentar a los gatos con comida comercial, o cocinar los alimentos a altas temperaturas durante al menos 10 minutos y, en el caso de darles carne cruda, congelarlas a temperaturas menores a -20 °C por 2 días. Además, se debe procurar que los gatos no cacen presas, pueden utilizar cascabeles para advertir a las presas o permitir salidas bajo supervisión.

Hola y bienvenidos a ZonaVet, mi nombre es Leticia Faez, soy graduada en la Universidad Católica de Cuenca donde he estudiado Medicina Veterinaria, en este blog comparto mis conocimientos del mundo animal podéis ver más sobre mí aquí.
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